jueves, 4 de junio de 2015

Dark Templar: Experience

Este es un proyecto de sinestesia. Escucha la canción mientras lees.

Experience (click)  [03:13]


Acidez. Ni siquiera habiendo probado las mentiras de las sombras desde dentro podría haberse esperado semejante golpe. Recordaba haber sido bueno, haber brillado para ella. Recordaba haber sido malo, y haberle traído la noche. Pero la niebla siempre protegía a su falso ángel de música, y no tardó en darse cuenta: todo era una fachada. Caminó hacia él con sus aires de superioridad, lo enamoró, lo sacó de lo poco que conocía del mundo que ya lo había decepcionado y le enseñó un mundo todavía peor. Para consolarse sólo le quedaba la experiencia. Experiencia y nada más.

Como un cristal frágil golpeado por el martillo del sufrimiento, todo en su interior se resquebrajó y la sonrisa se borró de un solo golpe. Estaba harto de todo. El cielo se le antojaba blanco, tan blanco que olvidaba cuantos azules había visto antes, tan vacío como comenzaba a ver su siguiente paso. Tal vez debería haberse quedado junto a ella, no debería haberse detenido en medio de las trampas tejidas por el ángel de música, pero saber que todo lo que le queda es la esperanza de unos sueños que ella misma inventó para él duele demasiado. Se deja caer en el abismo profundo y una guitarra triste rasguea el silencio gris.

Todo, lo entregó todo. Su inocencia, su picardía, lo bueno, lo malo, la dulzura, la lujuria, los celos y los momentos. La noche los envolvía y el día les regalaba horas de compañía. Y de nada había servido, porque ya ni siquiera recordaba el amor. Sólo la frustración de haber amado lo acompañaba, sí, lo acompañaba y lo perseguía en esas horas de desasosiego. Ella se había ido a través de las lágrimas que empañaban sus ojos, y él había descubierto que no había ningún ángel de música en su interior. Sólo la putrefacción de quien te deja tirado, y solo, y herido, profundamente herido. 

Una terrible experiencia. Ya está, no quería pensar en ello. No quería recordar sus besos, su cuerpo, sus palabras dulces y sus gestos ariscos. Debía olvidarla de una maldita vez, deshacerse del recuerdo de una sombra oscura que apretaba su corazón. Debía mandarlo todo a la mierda, pensar en sí mismo otra vez, abandonar las calles, abandonar el falso nido de amor erigido en un paupérrimo hostal. Necesitaba gritar. Necesitaba cantar.

Gritó. El sol, estaba muerto. El libro del amor, acabado. Recordaba su figura desvaneciéndose en el horizonte tras las crueles palabras que supusieron el fin. Su voz alcanzó el cielo y sus pies hicieron arder la improvisada pista de baile, todo en él es música. Toda su ira se convirtió en armonía, en alas de fuego, en sangre hirviendo, y el dolor abandonó su cuerpo lenta pero inexorablemente. Seguiría recordando mucho tiempo, pero no había vuelta atrás. No podía limitarse a llorar y perderse en las sombras, no. Regresaría a su vida, regresaría a la verdad, y lo haría con su dura experiencia sobre las espaldas de piel de porcelana. Regresaría como el templario oscuro, el callado, el sonriente, el que vive sólo cuando los focos lo iluminan y la madera se astilla bajo sus acordes. Rasgueó la guitarra una última vez. Se acabó.


El templario oscuro se convirtió en experiencia
Dark Templar (click)

4 comentarios:

  1. Sabes lo que pienso de todo lo que escribes, y sabes lo que pienso de este proyecto que me tiene totalmente enamorada.
    La canción ya la había escuchado más veces -ejem, ejem-, y la verdad es que el texto me ha dejado de piedra porque has puesto en palabras muchas sensaciones que soy incapaz de describir sintiéndolas yo misma.
    Me han sobrado unos segundos pero tranquila, el ritmo es bueno, es que leo muy rápido y tus textos básicamente los trago sin masticar -por decirlo de alguna manera-.
    Espero que aún no lo hayas acabado porque me encantaría que continuaras con este proyecto hasta que se te acaben las canciones de TAEMIN ^^

    Un beso con sabor a pera,
    Vanclaise.

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    1. Aun sabiendo lo que siempre piensas de lo que escribo, me gusta saber que ese pensamiento no cambia y que no te decepciono. Y saber que puedes entender lo que siento con este proyecto me alegra en demasía. Lo de los segundos es porque hay dos pausas dramáticas que no he sido capaz de marcar bien, pero en todo caso gracias por recordarme que me fije. Todavía me quedan otras tres canciones, y espero poder hacerlo este mes, siempre y cuando sigas ahí para leerlo. Muchas gracias, Vanclaise.

      Un frío beso,

      Emily

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  2. Poco a poco he ido recordando las partes anteriores y me he dado cuenta de lo bien que has hilado cada una al ritmo de la canción de fondo. Cada palabra, una nota. Cada golpe de voz, un párrafo.
    La sinestesia en tus manos puede resultar una experiencia maravillosa.
    Un beso
    Lena

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    1. Ay, mi querida Lena, cuánta falta me hacía leer algo así, porque estaba a punto de rendirme con este proyecto. Sin embargo, mientras consiga haceros sentir, seguiré escribiendo. Por mí, por ti, y por todos mis demonios. Mil gracias, de verdad.

      Un frío beso,

      Emily

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