viernes, 22 de junio de 2012

Sonrisa de ángel.

Han pasado tantos años que creí que la habrías olvidado. No obstante, me has demostrado que aún la recuerdas perfectamente, que recuerdas sus grandes ojos azules y aquella sonrisa infantil, su piel blanca y suave y su enorme corazón. Sólo era una niña, ¿verdad? Todavía gozaba de aquella sana inocencia que le permitió acercarse a ti. Y luego llegó él, aquel chico tan guapo y tan lleno de orgullo que se la llevó de tus brazos y te dejó destrozado. 

¿Sabes? Hoy la he vuelto a ver. Está delgada, delgadísima. Sus ojos han perdido la esperanza, sus ojeras moradas le envejecen el rostro y sus manos guiaban a dos revoltosas criaturas por la calle. Me paré frente a ella y la saludé. Se echó a llorar, me dijo que lo sentía, que jamás debió haberse ido de tus brazos.

Y si te cuento todo esto es para que después de todo este tiempo dejes de culparte y de lamentarte, porque tú vales mucho y todos lo pensamos. Todos creemos que te has hecho fuerte, y que estás listo para volver a enamorarte.

Así que simplemente levántate, deja de llorar y vuelve a dedicarnos esa fantástica sonrisa. Tu sonrisa de ángel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario