domingo, 8 de marzo de 2015

El farsante

Este es el último relato de la serie El póster

Es un espejo que se rompe y se mantiene, estático, en el umbral entre dos mundos.

El olor a jabón se hace más y más fuerte, y todo a mi alrededor se vuelve rosa. Me giro, en la infinidad coralina se desdibuja un rectángulo, una ventana que me deja ver el dormitorio que acabo de abandonar. Sacudo la cabeza y echo a andar, sin saber muy bien hacia dónde. El suelo y el techo no se distinguen, parece una habitación cúbica, pero sin límites definidos, sin sombras, sin rincones. Todo es del color del fondo del póster, burbujas incluidas flotando por todas partes. De todas las cosas que he hecho hasta ahora, esta es la más surrealista.

Pasan los minutos, largos, pesados como si se tratase de horas, y la atmósfera comienza a cargarse. De pronto, todas las pompas pierden su aleatoriedad y todavía flotando se pegan a cada milímetro de mi cuerpo única y exclusivamente para empezar a estallar. A cada estallido, parte de mi ropa comienza a evaporarse, y cuando no queda ni una sola burbuja tampoco queda un mísero retal de tela. ¿Pero esto qué es? ¿Qué está pasando? Sería una tontería intentar cubrir mi desnudez, la ropa ha desaparecido y a mi alrededor sólo hay un espantoso color salmón que empiezo a aborrecer. Esto no se acaba nunca, y no hay ni rastro de él.

Mis pies se detienen, como si supiesen mejor que yo misma a dónde deben ir, y ante mis ojos se abre lentamente un nuevo rectángulo, una ventana a un mundo exterior. Al otro lado, puedo ver un pequeño dormitorio con pocos muebles pero muchos recuerdos y objetos de decoración. Un par de peluches sobre la cama, un portátil sobre el escritorio, fotos en las estanterías... Escucho cómo la puerta se abre, y en seguida puedo ver al príncipe de papel, sin brillo, de lo más normal, sentándose frente al escritorio, y frente a mi falsa ventana, para comenzar a escribir. Apoyo las manos sobre el hueco vacío, y como si de un cristal se tratase soy incapaz de traspasarlo. ¿Qué demonios es esto? Parece una broma macabra, una broma de alguien con muy mal gusto.

- ¡Eh! ¡Oye! - Grito, pero parece no oírme. Ni siquiera yo me oigo - ¡Aquí dentro! ¡Sácame de aquí!

Pero por más que golpeo el cristal con los puños y me dejo la garganta, intentando llamar su atención, soy incapaz de conseguirlo. Aprieto los dientes en un intento por entender algo, y las lágrimas comienzan a precipitarse desde mis ojos. El continuo tecleo se detiene, y siento sus ojos clavados en mí. Le dedico una mirada de desesperación, rogando porque pueda verme, luchando contra mis ganas de darme la vuelta y regresar a mi dormitorio. Sin embargo, su voz interrumpe mis pensamientos.

- Veamos, preciosa. ¿Qué me vas a inspirar hoy? - ¿Qué? No comprendo nada. Me habla a mí, pero... no espera que me mueva. No espera nada, simplemente me observa. Como yo le observaba a él - Tal vez hoy te haga reina en algún país lejano. Estarías increíble con un vestido de corte real - Pero está hablando conmigo, no puede ser. Él y yo nos acostamos. Bailamos juntos. Estuvo en mi habitación. ¿De qué está hablando? -. Quizá puedas ser la víctima en un relato de misterio. Ya sabes, sería... en tus ojos se reflejaría el miedo que sentiste antes de morir. ¿Qué te parece? 

Extiende una mano y acaricia el cristal inexistente que nos separa. Ah, lo que daría por sentirlo. Se muerde el labio inferior sin apartar sus ojos de mí, justo antes de esbozar una sonrisa torcida.

- Creo que mejor continuamos la noche en que por fin nos reunimos.

Sus manos regresan al teclado, y el rosa anaranjado se difumina lentamente hasta que vuelvo a encontrarme en mi dormitorio. Una bombilla se enciende en mi mente, y comienzo a entender. El vigía, el hombre, el príncipe aparece en la estancia, junto a mí. Es un farsante, me digo mientras me besa. O quizá la farsa soy yo, aseguro dejándome conducir a la cama. Por más que lo intento no logro hablar, o detenerlo, o no disfrutar de cada caricia y de cada mordisco. Y no puedo evitarlo porque soy la musa de un escritor. Yo soy el verdadero póster.

FIN


8 comentarios:

  1. Bueno, bueno, bueno, bueno, BUENO. Menudo giro argumental que has metido aquí y nos lo hemos comido todos (o al menos yo) sin esperarlo por ninguna parte, sin escudo posible.
    En fin, acabo de leer todos los relatos de El Póster del tirón y me ha gustado mucho. Representas muy bien el constante juego o paranoia o simplemente ida de olla entre realidad e imaginación/ficción que hemos tenido todos, quien más quien menos, con un anime, una serie, una peli, un libro o, en este caso, un póster.
    Pues eso, que muy estupendo, nada que no sepas. Te diría "sigue así", pero quién mejor que tú para saber por dónde o cómo tiene que seguir :3
    Venga, Em, un abrazo ^^

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    1. Qué alegría me he llevado al verte por aquí, querida Misora, y más aún cuando tu visita se ha debido a concederme el honor de leer y comentar mis relatos. Mil gracias por tus amables palabras, veo que lo entiendes bien, y eso me hace feliz.

      Un frío beso,

      Emily

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  2. Me has dejado de piedra. Realmente no me esperaba este final para esta serie de relatos que me ha conquistado, aunque me lo advertiste.
    Me parece fascinante como relatas esas dos puertas conectadas. Dios, es que me has dejado boquiabierta.

    Un beso con sabor a pera,
    Vanclaise.

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    1. Espero que no te haya dado un síncope, Vanclaise, o empezaré a sentirme culpable. Me alegra que te haya gustado, pero sobretodo me alegra haberte sorprendido, porque sé que eso no es fácil. Espero seguir sorprendiéndote.

      Un frío beso,

      Emily

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  3. ¡Plot twist! ¡PLOT TWIST! ¿¡Cómo sabes que me encantan esos giros argumentales!? Me lo iba oliendo, y en cuanto llega el final, ¡Ja-JÁ! ¡Ahí estaba! Muy interesante, muy pero que muy, interesante. Saludos loooocos...

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    1. ¡Lo sé porque te conozco! Sabía que te gustaría, y aun así me alegra que te haya gustado. Otro loco saludo para ti, querido, y un frío beso,

      Emily

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  4. Me has descolocado por completo, pero este final no tiene precio, es sensancional. POr fin el misterio se ha resuelto y ella comprende la verdadera existencia del poster.
    No te puedes imaginar lo muchisimo que he disfrutado de este relato por partes, muchisimas gracias por compartirlo Emily
    Un beso
    Lena

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    1. No puedo creer que te haya sorprendido. Yo también he disfrutado mucho escribiéndolo y me hace muy feliz saber que te ha gustado. Espero seguir escribiendo cosas que te gusten.

      Un frío beso,

      Emily

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