domingo, 20 de octubre de 2019

Ophidia

Reina, serpiente, reina. Con las fauces ensangrentadas, la mandíbula tensa, reina fría en tu trono de reina. Con petróleo se cerró el pasado, cruel dama de escamas, mil espadas cosieron el futuro.

Reina, serpiente, reina. Hasta aquí has arrastrado la piel muerta, piel vieja, en hiel cubierto el vil pellejo, las heridas concebidas tanto tiempo ha. Reina empuñando cetro oscuro, demonio metálico, sonríe mientras todos siguen de luto.

Reina, serpiente, reina. Sé el universo bajo la corona, el retrato en áureo marco, sé el cuerpo y el alma y por supuesto la metralla en la piel del antiguo amanecer. Y aun sin brazos dispara, asaetea el mar enemigo, ocupa el trono sin miedo alguno, pues son ellos quienes deben temer.

Reina serpiente, reina. Tú que partiste en dos el infortunio, tú que hiciste rojo el cielo, tú que volviste blanco al cuervo y diste luz a la ciega noche, reina por siempre en tu piel de reptil. Congela la sangre, congélalo todo, y prende fuego de uno a otro confín. Reina, serpiente reina, y olvida que un día te pareciste a mí.

1 comentario:

  1. LA ÚLTIMA FRASE CÓMO LE DA LA VUELTA A TODO JODEEEERRRR.
    Quién es ese último yo, en qué se diferenciará de esta Reina, esta Reina serpiente, esta serpiente (¿te creías que no me iba a dar cuenta de los juegos con las comas en el último párrafo?), cómo hay tanta oscuridad en ella: si antes era luminosa, ¿qué le ha sucedido para volverse esta poderosa figura de negra negrura que ojalá me pisase la cara?
    Es la segunda vez que presentas en este Wordtober de una forma tan explícita, diría, un personaje que parece apasionante (¿o quizás es la misma mujer?), y es la segunda vez que quiero saber sobre ella, sobre su historia, la segunda vez que con unos pocos párrafos me siento completamente fascinada. Qué reina tan magnética, qué ganas de verla reinar. A ver si algún día me dejas.

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