sábado, 11 de abril de 2020

11. Limbo

Si la puerta es de bronce,
di amigo y entra.
Prepara las dracmas para
el barquero,
adapta tus ojos al silencio,
sé un alma más en la laguna
infinita,
que se pierda tu memoria
en las mansiones divinas.

Si la puerta es de oro,
mastica humo negro y grita.
Tres intentos te ha costado
pero al fin has llegado.
Aladas victorias y
ambrosía,
pulido mármol en los salones,
hexámetros en todos los rincones,
serás inmortal al llegar el día.

Y si no hay puerta, amigo,
ni barquero, ni mansiones,
ni ambrosía, ni grandes salones,
vuelve por donde has venido.
No mires atrás, imploro,
no seas héroe abatido,
ni amante ni dios
altitonante,
que las Moiras y las Erinias
no puedan nunca alcanzarte.

1 comentario:

  1. Deberían contratarte para adaptar a poesía moderna todos los mitos y leyendas que te diera la gana adaptar, lo digo en serio. Tendrías loquitos a los piraos de la mitología (por supuesto me incluyo), la editorial sacaría bastante pasta y tú tendrías para vivir bien tranquilita.
    Te diré que me han entrado ganas de leer de nuevo la Odisea, al menos la parte en la que Ulises desciende al Hades, y que en realidad no hace ninguna falta si ya tengo este poema corto que me resume muy bien los mecanismos del lugar de la muerte.
    Con ganas de seguir leyéndote, como siempre.

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