martes, 14 de abril de 2020

13. Vista de pájaro

Asómate a la puerta, verás,
es la jungla de asfalto,
el insomnio intermitente,
qué de luces y colores,
y un bramido impertinente.

Es perderse y encontrarse,
llegar lejos, explorar,
mil y una ciudades
te esperan, hambrientas,
a ambos lados del mar.

Quisiera decir que amo
al ladrillo, hierro, hormigón,
mas tu ritmo frenético 
recuerda a lluvia virulenta 
golpeando en mi balcón.

Tantas aventuras a la vuelta
de la esquina, tantos rascacielos
de sabor occidental,
y yo buscando el verde monte
cada vez que me echo a volar.

1 comentario:

  1. EEELLA, QUE ES DE NATURALEZA Y CAMPO.
    En realidad me ha parecido que contrastas muy bien lo bello de las ciudades con lo sucio, el ruido constante como algo que se puede odiar y amar a la vez, y que en el fondo todos los habitantes de grandes ciudades querríamos, de cuando en cuando, elevarnos para alejarnos de ello, aunque luego querramos volver. Las ciudades siempre están llenas de oportunidades, de cambio, parece que te pierdes algo todo el tiempo y a la vez que descubres otras cosas. Creo que eso también lo reflejas muy bien.
    Pero es inevitable que queramos frenar de cuando en cuando, que la vida no sea siempre ese frenesí. Entiendo perfectamente al pájaro, ya te digo. Y como estoy empezando a repetirme, sólo decirte que me ha gustado mucho la métrica y a ver si nos vamos un día tú y yo por ahí a volar un ratillo.

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