martes, 7 de abril de 2020

7. Nadador de techos

Había sido una laguna,
mansa, clara y extraña,
otro cielo bajo la línea del
gran ciego sol.

De eso, me temo,
hace ya mucho tiempo,
se perdió la laguna y la luna
allí se sumergió.

Una zambullida
perfecta técnica olímpica,
dejó atrás el cielo y ¡pum!
adiós, luna, adiós.

Y por eso, queridos,
no sabemos quién es luna,
ni dónde está laguna,
y solo nos queda el nadador.

La Tumba del Nadador, Paestum (Italia)

1 comentario:

  1. PRIMERO: me ha recordado al relato "El nadador", de John Cheever, que lo leí hace mil años y ya apenas recuerdo y no sé si en realidad tendrá algo que ver, pero me ha recordado y te lo digo por si quieres echarle un vistacico.
    SEGUNDO: me parece como si contaras una especie de mito, y al mismo tiempo algo extraordinariamente cotidiano, como si nos contaras una historia que pasa de boca a boca en un pueblo. A saber qué nos podría decir ese nadador del que no nos queda más remedio que fiarnos porque al menos él saltó a la laguna... casi parece un relato en verso sobre la memoria. En fin, a lo mejor se me está yendo ya mucho la olla.

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