Explosión,
Tormenta eléctrica entre pecho y
Espalda,
La corona de la sinrazón.
Brazos abiertos al futuro dorado,
Inflamado,
Augusto reinado en oscuras
Jornadas,
Te proclamo caballero y dolor.
Los ojos cerrados con fuertes
Cerrojos,
Antojo de muros, de hierro, el
Albor,
Ultraje, traiciones, y el regio pudor.
Quien venga que traiga zapatos
De baile,
Que dance entre espejos, que alabe
Al sol,
De oro, dorado, el palacio, el antojo,
Saludos al Sol desde el reino del
Terror.
Bueno a lo mejor aquí me estoy viniendo arribísima compañera pero me ha recordado al Elogio de la locura y también, de alguna forma, a Ozymandias también. Por un lado esa corona de la sinrazón, ese danzar en un mundo oscuro que adora al sol aunque no tenga sentido (ay, qué mal se pasa con la depre), y ese mismo reino del terror como un lugar caído, decadente, que quiere alcanzar lo que no es, lo que pudo ser, de nuevo el sol. No lo sé, eso veo, pero sobre todo lo que veo es que el texto, como suele pasar con lo que escribes, me llega, me dice algo sobre mí y sobre tanta gente.
ResponderEliminarLa poesía es una cacao pero me encanta que estemos las dos con ello. Creo que no se nos da mal y eso ya es mucho. Deseando leer próximos poemas tuyos.
Encántame!! Alégrome moito de atopar o teu blog porque ten xusto o tipo de lecturas que me encantan. Pasarei por aquí de cando en vez para desconectar do mundo ��.
ResponderEliminarUn saúdo!!