domingo, 5 de abril de 2020

5. La vista desde aquí arriba

Con las manos ensangrentadas,
rocas como cuchillas en las paredes
de la montaña,
pero quién ríe ahora sobre las nubes,
quién, una vez más, se engaña.

Le costó subir y encontrar valor
en su inseguridad anquilosada,
y ahora, mírala,
la piel completamente desgarrada
y la victoria sobre el temor.

Y qué más da lo que haya perdido, dice,
Qué importa cuánto haya olvidado.
Fijó la meta, la vista fija en la bandera,
y en el éxito el silencio
y la soledad juntos, de la mano.

No volveré a bajar de mis sueños, 
mundo loco, rápido y frío,
no volveré a la realidad.
El temor a la caída es grande,
pero mayor es al mirar atrás.

La vista desde aquí arriba es estupenda.
Casi, si me esfuerzo,
puedo ver el mar.

1 comentario:

  1. Me encanta cómo contrapones ideas. Es victorioso, pero es amargo. Hemos logrado llegar a donde queríamos, ¿pero es verdaderamente donde queríamos, o donde deberíamos? ¿Cómo se van a cumplir los sueños si nos alejamos de lo real, si todo queda en una idea, un refugio desde donde no se puede ver el mar -aunque casi casi-? En fin, que me encanta la temática del texto, y las imágenes que logras (esa piel desgarrada, esas uñas clavadas en la roca). La última estrofa es tremenda: un golpe directo.

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