martes, 21 de abril de 2020

21. Dientes de leche

Retuerce con fuerza
todas y cada una de las
muñecas,
tan pequeñas,
y aprieta los dientes
que apagan los gritos,
no te quejes.

Y si viene
esconde las manos,
sucias, inocentes,
capaces de estar serenas
asfixiando muñecas.
Hoy soplas diez velas.
Agacha la cabeza.

1 comentario:

  1. Uf... me ha parecido tan absolutamente siniestro. Está lleno de huecos deliberados que dejas ahí para que el lector vuelque lo que considere y los rellene... y en mi caso me he ido a lugares muy oscuros de abuso y violencia intrafamiliar.
    Pero también me recuerda a crecer siendo niña, así en femenino. A aguantar la rabia y otras emociones que no se nos permiten expresar, cada vez más según nos hacemos mayores, a tener que parecer inocente y buena en toda ocasión, y acabar en estallidos de violencia contra objetos (o contra nosotras mismas). A, como dices al final, agachar la cabeza, ser sumisa, y aguantar la rabia bien dentro.
    En fin, me gusta mucho lo que dices, pero también lo que no dices de forma tan cuidadosa, y que en tus textos haya que saber mirar un poco más allá y darle vueltas. Este poema en concreto me ha dado un golpe muy fuerte, y me ha fascinado en especial.

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