miércoles, 14 de septiembre de 2011

La Dama de las Sombras.

Una vez existió una mujer. La conocían como la Dama de las sombras, y sólo aparecía en las noches de luna nueva. Cada vez que venía, visitaba a alguien que sufría y aliviaba su dolor con un solo beso de sus fríos labios. Así, la gente empezó a reunirse esas noches en la playa por la que llegaba al pueblo para aprovecharse de su misterioso poder. Durante un tiempo, La dama creyó que eran amigos y les dedicaba sus mejores sonrisas y sus hermosas palabras noche tras noche, hasta que se percató de que, una vez curados sus males, los aldeanos no regresaban a ella. Tanto fue su egoísmo, que una noche llegó la dama y la playa estaba desierta: todos los ciudadanos de aquella villa eran felices y ella volvía a estar sola. Se echó a dormir sobre la playa y jamás despertó...

Y cuenta la leyenda que, tiempo después, los aldeanos fueron muriendo uno a uno por causas desconocidas, y en sus rostros sólo quedaba una tristeza absoluta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario