viernes, 1 de junio de 2012

El Bosque Perdido

Cerrar los ojos y, en medio de esa inmensa oscuridad, ver, en primer lugar, los rostros de aquellos a quienes amas, cada vez más difuminados. De pronto, no son más que una débil neblina que apenas distingues. Al fondo una luz, cada vez más cercana, acompañada de una gélida brisa.

Brotando desde la nieve más virgen, troncos finos de árbol, desnudos, negros como la previa oscuridad, difuminados por los pequeños copos de nieve que caen de la bóveda celeste. 

"¿Dónde estoy?", te preguntas. Sin respuesta, echas a caminar entre los árboles. Tus pies descalzos sollozan ante la frialdad de la nieve, notas cómo se enrojecen y se insensibilizan. No obstante, continúas tu camino sin sentido. La nieve se acumula en tus pestañas de ébano y en tus rizos perfectos. Decides llamar a aquel lugar El Bosque Perdido, y tomas la decisión de regresar a aquel silencio cada vez que tu mente no sea más que un caótico desván que te consume día a día.

Te dejas caer sobre el manto albino, estrujas su velo entre tus manos, te amoldas al suelo y abres mucho los ojos. Estás buscando algo pero no sabes de qué se trata. La magia del Bosque Perdido te ha permitido percibir que no hay nada más vivo que tú en los alrededores. Sólo nieve, naturaleza muerta, y un profundo silencio. 

"¿Cómo me siento?". En seguida, un claro "De maravilla" se dibuja en tu magín. Ahora que has dejado todo lo que te preocupaba más allá de tu protección oscura, ahora que sólo estáis la calma y tu yo más hermoso, ahora que todo parece darte por fin tregua, sabes lo que venías a buscar al Bosque Perdido.

Tan sólo querías un lugar al que huír. Un lugar al que puedas regresar y descargarlo todo para no permitir que tu fachada se derrumbe ante aquellos que le lanzan piedras. Un lugar donde sólo existáis tú y tu inocencia. 

Decides que ya es hora de ponerse en pie, pero descubres que la oscuridad que te había traído aquí ya no está. Tal vez nadie te añore, pero no puedes dejarlo todo a la probabilidad y renuevas tu camino. El Bosque Perdido no se acaba a menos que uno lo desee de veras, y es cuando lloras y corres desesperada, cuando tu corazón grita el nombre de aquellos cuyos rostros se desvanecieron, el momento en que una puerta aparece. Es tan negra como la oscuridad primera, pero tiene un candado cuya llave es gobernada por tu corazón. Abres la puerta, regresas al mundo, abres los ojos, vuelves a vivir.


5 comentarios:

  1. Creo que al abrir esa puerta solo te encuentras con el caos... los dos extremos separados por una puerta, me gusta me hace pensar :D

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