El jardín de las delicias

Quiero morderte
Que mis colmillos perforen
La tersa piel de tu garganta,
Que tus latidos impacten
Contra mi lengua afilada.

Quiero arañarte,
Sentir tu dulce sangre,
Néctar de vida,
Fluyendo a borbotones
Entre mis labios, fuente de alardes.

Esta noche estás bajo mi dominio,
La negación está prohibida.
Vamos a jugar a todo eso que tanto asusta al mundo.
Y si la muerte llega,
Atrás quedará la vida.

Después de todo, no importa ya.
Soy de tu propiedad,
Tú me perteneces.
Hagamos el amor,
Gritémonos estupideces.

Los alaridos del bosque no superan
A la jadeante armonía de nuestro idilio.
Nuestros cuerpos se funden
A ojos de Selene.

Una batalla de pieles, aromas,
Sonidos, colores, sabores,
El jardín de las delicias no es más
Que una descripción superficial
De tus noches y las mías.

Voy a hacer que desees morir,
Aquí, entre mis brazos,
Sólo conmigo, sólo contigo.
Seamos uno. Nadie más.