domingo, 26 de octubre de 2014

Καθάβασις, Descente

La luz aquí abajo no es más que un mal chiste contado por un cómico fracasado. En el fondo del mar infinito hay un inmenso laberinto de rocas al que llegué cuando mi cuerpo, inerte, fue incapaz de flotar más. Las espinas se doblaron, las hojas cayeron y decoraron las aguas, y mis pétalos se volvieron extrañas máscaras de sombra que danzan al ritmo del oleaje. Perdí de vista el cielo y dejé de sentir frío, y las extrañas cosquillas que la sal me regalaba desaparecieron en medio de la confusión y del miedo. Las bocanadas de aire bajaban por mi garganta como cuchillas, y pronto el oxígeno se volvió innecesario.
Ahora, esta rosa ondea, con el tallo anclado entre dos rocas, olvidando la danza que un día emprendí al alejarme del brillo y la luz del sol inexistente, sumiéndose en la infinita oscuridad el fondo abisal.

Y al haber perdido el norte y la noción del tiempo, he aprendido a escuchar la disonante melodía de las aguas de este mar. En este océano no hay límites que los ojos puedan abarcar, pero sí existen, lejos de mis rocas, tres paredes que lo cercan y reflejan su danzar. Se trata de tres cristales inabarcables, tres espejos que liberan el agua, que la contienen, que hacen de este lugar una cárcel de sal.

No hay salida de este frío infierno colosal. La deriva es la única forma de lograr que las rosas que aquí yacemos continuemos caminando antes de ser tragadas por el mar.




Emily Broken Rose

2 comentarios:

  1. No sé que puedo decirte para que entiendas lo maravilloso que es leerte, la alegría que me ha invadido cuando he visto que hoy me iría a dormir teniendo mi dosis de tus letras.
    No defraudas, nunca, a mi al menos.

    A veces dejarnos llevar es la única manera de salir de donde quiera que estemos o, en su defecto, de no hundirnos.

    Cualquier adjetivo que pueda decir ahora mismo para elogiarte sonara tremendamente cursi, así que, simplemente, bravo.
    Es usted sublime señorita Broken Rose.


    Bss, Kat.

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  2. Esto es maravilloso, querida Em. Creo que nadie podría haber escrito algo tan acertado para continuar con el proyecto. Y creo que nadie tiene tanta suerte como yo al hacer un proyecto contigo :) Yo no sé tú, pero espero que nuestras rosas no lleguen nunca a una isla donde naufragar, porque a mí la deriva se me está haciendo completamente deliciosa.

    Tercera entrada de muchas.

    Un fuerte abrazo,
    Étincelle

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