domingo, 12 de abril de 2020

12. Pez abisal

Desde aquí,
mi amor,
no puedo oírte.

Desde aquí,
señor,
no se ve el sol.

Porque aquí,
dulzura,
vivo en una burbuja.

Porque aquí,
ricura,
solo estoy yo.

Y si me ahogo,
mi niña,
me habré ahogado.

Y si lloro,
cariño,
ya nadaré.

Soy una sirena,
claro,
sin nombre.

Y en la superficie,
sin embargo,
me llamo pez.

1 comentario:

  1. Me gusta la sencillez, lo rápido que es el poema, para reflejar ese lugar ya conocido, la zona de confort diría yo, donde incluso si se sufre parece que lo tenemos todo bajo control y nadamos con la facilidad de las sirenas. Pero ahí fuera nos llaman (aunque no oigamos, sabemos que nos llaman) y quizás seamos meros peces pero... ¿acaso no merece la pena salir de nuestra burbuja?
    Cuántos temas en un texto tan aparentemente sencillo, qué estupendo.

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